domingo, 14 de junio de 2009

Tiempo Desenfrenado... Manos Irreales


¿Qué ocurriría si te contemplo ya sin vida? No sabría si reír desquiciadamente o si derramar la suciedad sobre el cadáver mientras muerdo mi mano en llanto sarcástico.

Pensemos que para ser felices debemos haber experimentado la tristeza… que la desdicha que ahora vivimos es lo contario de lo que aguarda el destino, entonces… ¿el futuro hermoso no debería ser mi presente de una vez?

Lo peor del olvido… mientras mi imagen no permanece en tu mundo, yo hundido en mi soledad recuerdo memorias del infinito; vienen a mi mente las imágenes de las personas que quise y las que quiero, las que amé y las que amo, las que odié y las que odio… tal como se arranca un trozo de papel.

Control de objetos… y control de paredes vivas. El misterio me vincula, el silencio es mi poder… augurios en donde muero mil veces.

Mi alma esta hecha de trozos de caos, ese mismo que permanece latente y pudre mi interior… ambas partes que odio tanto y como mi expresión nace repetitivamente, odio esta mi expresión… la representación de un vacío interior.

El cambio necesario que nunca ocurre, donde soy indiferente y te golpeo con brutalidad… capturo tu dulce rostro y destruyo esa fotografía con mi puño excitado. Todos tomen el odio individual que merecen: “Te odio por esta razón…”. Mi corazón es tan bondadoso que quisiera arrancármelo y no sentirme manipulado, lanzártelo y decirte que te lo quedes ya que a mi no me sirve de nada.

Si lees mi complicado corazón ten en cuenta de que puedes herirte… somos distantes el uno del otro, distancias tremendas que valen más que un acercamiento vacío, vacío como el mismo que escribe y olvida a la par.

Si puedes darte cuenta de lo que ocurre, acercarse un poco al significado… me enamoraré, seré amistoso y no podré safarme, saldrás directo por mi estomago hiriéndome… pero aun así seré feliz.

La tarde gris acompaña mis brazos y mis ojos… combinación de desilusiones. Pensemos solamente en nuestra autoestima y comparémosla con las estrellas, envidiemos su eterno fulgor y mis cárdenas historias de fantasía.

Quisiera hacer algo tan dinámico como dormir con tu bufanda, aquella que siempre usas con la que se impregna tu aroma, por lo menos para vivir una utopía que me recuerde el terror… aprender juntos una canción.

Como la mente se va doblegando, el olvido es fuerte y siempre gana… siempre supera el flujo del tiempo y los sentidos… incluso esto no tiene sentido.

Quiero tomar tu mano y siempre procuro, la fuerza de quien puedo confiar… esa mano que siente mi llamado se acerca, y en cuanto vierto mi futuro en tan inminente esperanza esta desaparece… no por un juego, sino por el olvido, el desastroso desequilibrio.

Dices palabras tan simples y mi debilidad tiembla con el significado que tienen para mi… tu sola presencia no es mi respiración. Cuestionarme tanto me hace engreído, me vuelve hipócrita y también cínico… no me hace merecedor de sentimientos trascendentes, no merezco ni un solo deseo de bienestar.

Solo me queda olvidar que vivo… olvidar sobre todo a los que creen que están ahí, a los que dicen que me aprecian y me olvidan en cuanto voltean, pierdo mi mirada y mi convicción…

…mi paciencia y templanza se han agotado, máquina ilusoria.